Entre las tantas y variadas
tradiciones que hacen de Lara uno de los estados
culturalmente más ricos de Venezuela, el Tamunangue o Baile
de los Negros de San Antonio ha sido durante mucho tiempo
algo así como su manifestación emblemática y la que mayor
difusión ha tenido a escala nacional e internacional.
Como su nombre lo indica, la fiesta se realiza en honor de
San Antonio de Padua y es, sin duda, una de las más
elaboradas entre todas las manifestaciones de la religiosidad
popular venezolana.
AI concluir el servicio religioso con el que se celebra el día
del santo, la imagen de San Antonio es sacada de la iglesia
en andas especialmente engalanadas para la ocasión, seguida
de los músicos y los miembros de la cofradía encargada de
organizar la festividad.
Es entonces cuando comienza el ceremonial que incluye varias
etapas. Primero, La Salve y la Batalla. En la primera se
recitan oraciones y se canta La Salve con toda solemnidad en
un recorrido que visita altares en la casa de miembros de la
cofradía ya fallecidos. En la segunda, se pone en escena una
danza simulacro de lucha de garrotes o de palos que llevan en
la mano cada uno de los bailarines o batalleros.
Terminado el simulacro la procesión continúa y regresa a
las puertas de la iglesia, donde se improvisa un altar para
San Antonio, en la mesa se colocarán varitas que cada bailarín
llevará consigo mientras hace su pago de promesa, y se abre
un espacio para la celebración de la danza que consta de
siete etapas o sones. Estos son: La Bella, El Yiyivamos, La
Juruminga, La Perrendenga, El Poco a Poco, El Galerón y El
Seis Corrío. Cada uno tiene un juego coreográfico
particular que va desde la simulación de diversas formas de
cortejo y galanteo, pasando por burlescas caricaturas de
relaciones de poder y dominación entre la pareja, hasta la
realización de complejas figuras entrecruzadas entre tres
parejas de baile.
La música del Tamunangue es de una gran riqueza rítmica y
melódica y se ejecuta con un tambor similar al cumaco,
maracas e instrumentos de cuerda como el cuatro y el seis
cordófono muy popular en la región.
Bibliografía
Daría Hernández y Cecilia Fuentes: Fiestas tradicionales de
Venezuela, Caracas, Fundación Bigott, 1991